La Alimentación del Futuro

El S.XXI ha venido cargado de retos para la humanidad. Uno de los grandes problemas al que nos enfrentamos es el de la superpoblación y envejecimiento que sufre nuestra sociedad, en gran medida agravado por la amenaza del cambio climático. ¿Contamos con suficientes recursos – y de suficiente calidad – para alimentar a las 9.600B de personas que se estiman en 2050[1]

Superpoblación: ¿un crecimiento insostenible?

Como sabemos, el fenómeno de la superpoblación es debido al crecimiento exponencial de la población y al aumento de la esperanza de vida, lo que ha supuesto un efecto adverso en el planeta: un empeoramiento del medio ambiente y una desmejora en la calidad de vida, que puede llevar a situaciones de hambre y conflicto. Para poder alimentar a todos es importante, no solo la iniciativa de los gobiernos, sino las elecciones personales de cada individuo. 

Sabemos que hay suficientes recursos para todos, pues hoy más que nunca, un gran porcentaje de población muere de obesidad. Sin embargo, en una sociedad desigual como la que vivimos, encontramos el extremo opuesto; por ejemplo, en países africanos la población se muere por desnutrición. Por otra parte, el desperdicio de comida es ridículo, pues, de acuerdo con los datos presentados por la FAO de Naciones Unidas, un tercio de la comida producida se pierde o se tira a la basura[2]. Dicho esto, ¿se trata de un problema de recursos o de cómo éstos se generan y se reparten? 

En este ámbito, se han alzado diversas voces destacando los beneficios de una dieta basada en vegetales y legumbres. Actores como Joaquín Fénix, participan activamente en la comunidad, informando y concienciando a la población sobre una dieta que implica la utilización de muchos menos recursos. Con la idea de la superpoblación y el deterioro del medioambiente es momento de ser solidarios y ser conscientes que nuestras decisiones personales tienen un gran impacto.

Para materializar esta idea, contamos con datos de organizaciones como Farm Sanctuary, como que una hamburguesa vegana usa un 75%-95% menos de agua y un 93%-95% menos de tierra; o que solo para producir una hamburguesa de carne se necesitan aproximadamente 528 galones de agua. Se necesita una ingente cantidad de recursos para continuar con la alimentación que llevamos hoy en día, recursos que podrían ser utilizados para producir más alimentos, asegurando una nutrición adecuada a un porcentaje mayor de la población.  

Infografía 1 y 2. Fuente: www.farmsanctuary.org.

Una Alimentación que Cuide de Nuestra Salud

Otro aspecto relacionado con la alimentación de la población, a tener en cuenta sobretodo por el rendimiento de las personas y el envejecimiento de la población, es la calidad de la dieta. Vivimos en un entorno en el que estamos constantemente expuestos a recibir estímulos para alimentarnos de manera insana. Tenemos muchos “alimentos” ultraprocesados al alcance de nuestra mano, de tal forma que es más sencillo – y requiere menos tiempo – consumir un producto que no necesita nuestro organismo a consumir algo saludable que nos aporte nutrientes. Asegurarnos una vida de calidad es fundamental por dos razones: 1. Vivimos en un entorno cambiante e incierto donde se nos exige rendir al cien por cien y encontrarse bien en cualquier momento; 2. Vivimos en una sociedad que envejece, con las enfermedades que eso conlleva. 

Hoy en día hay que estar en todo, no podemos tomarnos la libertad de perdernos esa reunión importante o de entregar ese informe más tarde. Y hay que hacerlo bien, puesto que estamos en un entorno muy competitivo donde siempre habrá alguien que se esfuerce más que nosotros. Una buena alimentación es un factor clave para conseguir un rendimiento óptimo. Como señala el creador del movimiento Realfooding, Carlos Ríos, nuestro cuerpo puede experimentar cambios positivos a raíz de una alimentación saludable, desde sentirse con más energía a experimentar un bienestar mental e incluso estético, lo que hace que nos sintamos mejor y aumente nuestra motivación.

Encontramos también otros movimientos, como el de FuturLife21, que comparten la información haciendo hincapié en una base más científica, pues ellas mismas son bioquímicas. Desde el sistema FuturLife21, también animan a comprar productos “sin etiquetas”, productos naturales que puedes encontrar en tu mercado local y que no están procesados o, en algunos casos, el nivel de procesamiento es mínimo. Una alimentación de esta índole, acompañada de ejercicio físico y un descanso óptimo es lo que nos va a permitir maximizar nuestra salud y, por tanto, maximizar nuestra productividad en el entorno cambiante y ambiguo que mencionaba antes. Los hábitos saludables que adoptemos ahora están relacionados con la salud de nuestro futuro. 

Es un hecho que la población envejece con el aumento de la esperanza de vida. En 2050, el 16% de la población tendrá más de 65 años. Además de la mejora del rendimiento, es importante que, para la prevención de enfermedades y el fortalecimiento del sistema inmunológico, este sector también cuide de su alimentación. Cada año que pasa aumentan las enfermedades crónicas a causa del consumo de ultraprocesados. La gente muere por enfermedades cardiovasculares, diabetes y distintos tipos de cáncer; y ello se debe en parte a una alimentación insana derivada del marketing constante de la industria de los ultraprocesados y de la desinformación acerca de sus efectos perjudiciales. 

Al perjuicio de la salud, se suma también un incremento del gasto sanitario que generan estas enfermedades. Esto supone una gran carga económica que se traduce en un coste de oportunidad, pudiendo destinar esos recursos a satisfacer otras necesidades sociales. 

En este sentido, cabe cuestionar el papel de los gobiernos para abordar estas cuestiones. ¿Qué está haciendo el Gobierno para poner de manifiesto toda esta información? ¿Son las empresas de alimentación responsables, sabiendo los informes científicos de los que disponemos hoy en día y los perjuicios que producen sus productos? ¿Cómo podemos concienciar a la población e informarles efectivamente?

Estamos aún lejos de encontrar una solución a la gestión adecuada de los recursos – y, concretamente, de los alimentos – que satisfaga a todos los grupos de interés implicados. Solo cabe recordar que el alimento es la interacción de los nutrientes con nuestro organismo y que eso determinará la forma en la que funcione este último, por tanto, debemos procurar una alimentación saludable y de calidad a todas las generaciones. Comer comida real y natural es una decisión que está a nuestro alcance, una inversión a largo plazo para nuestra salud.

 Y, en fin, también es necesario tener en cuenta, desde una perspectiva ecológica y de gestión de los recursos, que la prevención de un crecimiento incontrolado de la población es uno de los problemas prioritarios al que deberíamos de dedicar nuestros esfuerzos, porque no hay nada más antiecológico e insostenible para la supervivencia del planeta y del género humano. Al ritmo de crecimiento actual, cualquier esfuerzo en los demás ámbitos está destinado al fracaso.


[1] https://www.un.org/development/desa/es/news/population/world-population-prospects-2017.html

[2] http://www.fao.org/food-loss-and-food-waste/en/

37 respuestas de La Alimentación del Futuro

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